Todas las historias que se cuentan en el Circo de Chicha son reales. Exageradas, distorsionadas, curvas e incomprensibles, sí. Pero reales. Esta que estrenamos hoy está dedicada al Chechu original, porque si hay algo real, es que no podemos (ni queremos) dejar de pensar en él. ¡Cumpleaños feliz, viejo!
